“¿Por qué pagar por una traducción? ¡Google te da la traducción gratis!”
Si lo único que le preocupa es el precio, hay un sinfín de traductores automáticos en internet. Los sistemas de Traducción Automática (TA) pueden traducir un texto en la lengua de destino que desee de forma lo suficientemente clara y precisa como para que pueda comprender lo esencial que pretende comunicar el documento original.
Es una herramienta perfecta que le puede ayudar, por ejemplo, a leer correos electrónicos en una lengua con la que no está familiarizado o para entender el mensaje básico de un informe. Pero cuando se trata de una traducción cuya finalidad, de la forma que sea, es la de representarle a usted o su negocio, la TA resulta totalmente inadecuada, pudiendo afectar, y mucho, a su negocio de distintas maneras.
El equipo que redacta nuestro blog en QuickSilver ha llevado a cabo una serie de experimentos de traducción con el fin de destacar las limitaciones que plantea la TA. Si estas limitaciones llegaran a afectar a su negocio de alguna manera –ya sea con un catálogo mal traducido, un informe financiero lleno de errores o un manual técnico ambiguo–, las consecuencias podrían ser trascendentales y poco menos que desagradables.