Además de conocer tus necesidades específicas y comunicarlas a tu proveedor, puedes hacer varias cosas para mejorar de forma palpable el proceso de traducción.
- Ofrece contexto, imágenes y/o explicaciones sobre la terminología que prefieres y sobre los productos o servicios que vendes. Comparte tus guías de estilo internas, glosarios y/o recursos.
- Explica los detalles de proyecto tales como el propósito del documento y quién es el público destino. Una campaña de marketing dirigida a españoles en Madrid será distinta a una dirigida a cubanoamericanos en Miami.
- Diseña un proceso de revisión interno efectivo. Siempre que sea posible, busca a expertos nativos en la lengua a traducir dentro de tu organización que puedan revisar las traducciones y estar en comunicación con tu socio de traducción. Cada minuto que dediques a cultivar y reforzar esta relación estará bien invertido.