¿Cuáles son las diferencias entre Traducción Automática y las Memorias de Traducción?
Parece que hay un poco de confusión sobre qué diferencia exactamente a la traducción automática de las memorias de traducción. Uno de los motivos de esta confusión puede ser la similitud de sus acrónimos – TA y MT, respectivamente – o el hecho de que sean diferentes formas de usar la tecnología en el proceso de traducción.
Pero la pregunta ‘¿Cuáles son las diferencias?‘ no tiene ningún sentido en este contexto: la traducción automática y las memorias de traducción son dos cosas totalmente diferentes.
¿Qué son las memorias de traducción?
Para que podamos entender sus diferencias, es importante saber en qué parte del proceso actual de traducción encajan las memorias de traducción.
Traducción asistida por ordenador (TAO) es un nombre genérico que se usa para designar los diferentes tipos de software que en conjunto hacen que el proceso de traducción sea más simple y eficaz.
De forma (muy) resumida, las herramientas de TAO dividen el texto origen en unidades conocidas como “segmentos” y crea bases de datos con sus equivalentes en diferentes idiomas. Un segmento es la unidad básica de un texto: por ejemplo, “la casa roja” u “ochenta y tres”.
Estas bases de datos forman las llamadas memorias de traducción (MT). Las MT almacenan todos los segmentos relacionados con un cliente en concreto.
Las herramientas de TAO hacen que el proceso de traducción sea más rápido y rentable, ya que esto significa que nuestro equipo de traductores no necesitará dedicarse o gastar energía en algo que ya se ha traducido anteriormente – un ahorro de tiempo que, por supuesto, beneficia a nuestros clientes.
Cómo funcionan las memorias de traducción.
Hemos tratado el tema de las MT en detalle en nuestro blog en inglés. Aquí podéis encontrar una serie de artículos sobre los elementos básicos:
Memorias de traducción: conceptos básicos.. Qué son, cómo funcionan y qué hacen.
Usar las MT para mejorar el proceso de traducción. Cómo las MT hacen que el proceso de traducción sea mejor, más rápido y más barato.
Posibles obstáculos que pueden aparecer al usar una MT.
Cuestiones de protección de datos relacionadas con las MT
Ahora… ¿Qué es la traducción automática?
La traducción automatica (TA) es la traducción hecha por una máquina.
Para ser más específicos: es la traducción que se obtiene al introducir un texto en un programa online de traducción. Antiguamente, una serie de programas se disputaban el liderazgo, pero en los últimos meses, Google Traductor ha aparecido para liderar el mercado de una forma muy previsible.
De nuevo, también hemos tratado el tema de la TA en detalle en nuestro blog.
«The inner workings of Google Translate are shrouded in a characteristic mix of Willy Wonka bonhomie and mildly Orwellian obfuscation…» Se trata de un análisis de cómo funciona Google Traductor (hasta donde conocemos), y las diferentes cuestiones de protección de datos que rodean al programa.
Aquí tenemos un artículo sobre la versión de Google Traductor de la traducción del comienzo de El Quijote – una traducción bastante buena, a pesar del hecho de que, al omitir una palabra diminuta, invierte todo el sentido de la obra: el talón de Aquiles de la TA.
Por qué no se debería usar la TA para traducir materiales publicitarios.
¿Qué tiene de malo la traducción automática?
La TA no tiene nada de malo, si quieres deducir lo que quiere decir algún documento de forma rápida y gratuita. Introducir un correo electrónico, por ejemplo, en Google Traductor o en Babelfish te permitirá entender más o menos lo que dice el texto.
Sin embargo, si lo que necesitas es la traducción de algo con un nivel aceptable, la TA no es una de las opciones. Siempre comete errores, algunas veces unos terribles. Por cada frase que traduce, más o menos precisa y adecuada, habrá una oración sin sentido o una a la que se le ha cambiado el sentido totalmente.
Y Dios no quiera que nadie intente utilizar la TA para traducir documentos que un cliente va a ver, haciendo que los expertos sean unánimes y lo cubran con una pegatina de color rojo que diga: “NO LO COMPRES”.