El fansub (forma abreviada del término inglés fansubtitled) es la subtitulación de películas o programas de televisión realizada “por fans, para fans”, independientemente de los derechos de autor. A pesar de que este fenómeno se da en internet siempre que alguien ve un vídeo en una lengua extranjera, el producto por excelencia de los fansubs es el Anime, un tipo de serie de animación japonesa.
En sus inicios, los fansubs estaban presentes principalmente en los VHS y en las redes de distribución por correo clandestinas, pero con la aparición de la banda ancha y las herramientas de subtitulación gratuitas han conseguido un alcance global. Los grupos de fansub están formados por miembros de todas partes del mundo, cada uno de los cuales se encarga de un aspecto diferente del proceso, desde la traducción al misterioso arte del “karaokeman”. Generalmente se traduce del japonés al inglés, y no es raro que esta última lengua se utilice como puente para traducir a otros idiomas.
Las técnicas de traducción y subtitulación de los fansubs comparten muchas características con los procesos más tradicionales, pero se diferencian por su innovación e informalidad. Los fansubs son extraños híbridos que combinan las técnicas de subtitulado “normales”, la subtitulación tradicional, la subtitulación para sordos y los subtítulos para videojuegos.
Ferrer Simó, uno de los pocos teóricos que se han interesado por el fansub, propone la siguiente lista de diferencias esenciales entre los fansubs y la subtitulación tradicional:
- Uso de distintos tipos de fuente en un mismo programa.
- Uso de colores para identificar a los diferentes personajes.
- Uso de subtítulos de más de dos líneas (hasta cuatro).
- Uso de anotaciones en la parte superior de la pantalla.
- Uso de explicaciones en el cuerpo de los subtítulos.
- Variación de la posición de los subtítulos en la pantalla.
- Subtitulación del karaoke de las canciones de los créditos iniciales y finales.
- Información adicional sobre los fansubbers (subtituladores).
- Traducción de los créditos iniciales y finales.
En los fansubs, las canciones de los créditos iniciales se subtitulan normalmente con una transcripción fonética de la letra en japonés, de manera que los fans puedan cantarlas.
Tradicionalmente, las compañías que producen y distribuyen Anime en Japón han sido tolerantes con el fansub, a pesar del hecho de que se trata de una actividad básicamente ilegal, porque a menudo estas series se dan a conocer en el mercado americano y europeo solo gracias a los esfuerzos de los fansubbers. Muy habitualmente, las compañías fuera de Japón no compran los derechos de las series hasta que los fansubbers las promocionan en internet. Cuando esto sucede, las compañías se abalanzan sobre las series. Aunque dista mucho de ser vinculante, existe, o existía, una especie de acuerdo de caballeros entre los fansubbers y las compañías audiovisuales, según el cual los fansubbers de un determinado país dejarán de realizar sus propios subtítulos de una serie en el momento en que se compren los derechos de ese producto en dicho país. A cambio, las compañías no persiguen a los fansubbers, una tarea que, de todos modos, sería extremadamente difícil, dada la naturaleza difusa de sus organizaciones.
Además, teniendo en cuenta la naturaleza contracultural de la mayoría de los Animes, y el culto existente por parte de muchos de sus fans, las distribuidoras son precavidas a la hora de criticar públicamente los fansubs, por miedo a parecer demasiado “dictatoriales”. Es más, muchos de los que distribuyen Anime en los Estados Unidos empezaron siendo fansubbers.
Los fansubs son solo uno de los nuevos tipos de traducción “no oficial” que ha hecho posibles la Web 2.0. En futuras entradas del blog veremos otras tendencias y examinaremos las consecuencias que esto tiene en la industria de la traducción en general.