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La mejor costumbre: Gestionar el ciclo de traducción

Puede que la industria finalmente se pusiese al día con las nuevas herramientas.  Puede que la expansión de la economía global hacia mercados que habían permanecido poco explotados supusiera un cambio importante en la percepción de la importancia de la traducción. O puede que este modelo se importase desde otra industria con retos similares. Sea cual sea la causa, el hecho es que en los últimos años el proceso de traducción se ha vuelto mucho más dinámico y eficiente.

Tras darse cuenta de que el modelo operacional esbozado en entradas anteriores era negativo tanto para clientes como traductores, los pioneros Proveedores de Servicios  Lingüísticos (PSL) comenzaron a acercarse al ciclo de la traducción con otro enfoque. Este nuevo enfoque propone eliminar las fases intermedias e integrar el ciclo completo de traducción en un flujo de trabajo continuo y regular, optimizando cada paso del proceso.

 

En este reformulado ciclo de traducción es fundamental que exista una relación laboral cercana entre el cliente y el PSL. El gestor de proyectos estará en contacto constante con el PSL y  le proporcionará el borrador del documento que se va a traducir. En este punto, el cliente puede relajarse y esperar a que el producto finalizado aparezca en su buzón.

 

Como ya hemos dicho en referencia a las  Memorias de Traducción, las herramientas de Traducción Asistida por Ordenador (TAO) posibilitan trabajar en una traducción antes de que el documento en cuestión esté terminado. Es algo que ocurre continuamente: el producto está listo, el departamento de márquetin ha cerrado los trámites, el PSL está esperando y el gestor que debe dar luz verde estará fuera toda la semana en una conferencia.

 

Gracias a la MT, esto ya no es un problema. Ahora, el cliente del gestor de proyectos puede sencillamente enviar el borrador, que, en cualquier caso, tampoco va a sufrir demasiados cambios, al PSL, quien se pone manos a la obra. Cuando el gestor finalmente vuelve de Zúrich y realiza cambios en el documento, el traductor simplemente tiene que cargar la última versión en la MT e incluir un par de cambios.

 

Esto significa que el plazo para comercializar el documento se reduce. En el caso de una compañía que quiere distribuir el mismo producto en distintas zonas lingüísticas de forma simultánea, incluso el mínimo contratiempo puede resultar abrumadoramente caro. Este nuevo enfoque de la traducción reduce la posibilidad de un retraso lo más humanamente posible.

 

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Puede que la industria finalmente se pusiese al día con las nuevas herramientas.  Puede que la expansión de la economía global hacia mercados que habían permanecido poco explotados supusiera un cambio importante en la percepción de la importancia de la traducción. O puede que este modelo se importase desde otra industria con retos similares. Sea cual sea la causa, el hecho es que en los últimos años el proceso de traducción se ha vuelto mucho más dinámico y eficiente.

Tras darse cuenta de que el modelo operacional esbozado en entradas anteriores era negativo tanto para clientes como traductores, los pioneros Proveedores de Servicios  Lingüísticos (PSL) comenzaron a acercarse al ciclo de la traducción con otro enfoque. Este nuevo enfoque propone eliminar las fases intermedias e integrar el ciclo completo de traducción en un flujo de trabajo continuo y regular, optimizando cada paso del proceso.

 

En este reformulado ciclo de traducción es fundamental que exista una relación laboral cercana entre el cliente y el PSL. El gestor de proyectos estará en contacto constante con el PSL y  le proporcionará el borrador del documento que se va a traducir. En este punto, el cliente puede relajarse y esperar a que el producto finalizado aparezca en su buzón.

 

Como ya hemos dicho en referencia a las  Memorias de Traducción, las herramientas de Traducción Asistida por Ordenador (TAO) posibilitan trabajar en una traducción antes de que el documento en cuestión esté terminado. Es algo que ocurre continuamente: el producto está listo, el departamento de márquetin ha cerrado los trámites, el PSL está esperando y el gestor que debe dar luz verde estará fuera toda la semana en una conferencia.

 

Gracias a la MT, esto ya no es un problema. Ahora, el cliente del gestor de proyectos puede sencillamente enviar el borrador, que, en cualquier caso, tampoco va a sufrir demasiados cambios, al PSL, quien se pone manos a la obra. Cuando el gestor finalmente vuelve de Zúrich y realiza cambios en el documento, el traductor simplemente tiene que cargar la última versión en la MT e incluir un par de cambios.

 

Esto significa que el plazo para comercializar el documento se reduce. En el caso de una compañía que quiere distribuir el mismo producto en distintas zonas lingüísticas de forma simultánea, incluso el mínimo contratiempo puede resultar abrumadoramente caro. Este nuevo enfoque de la traducción reduce la posibilidad de un retraso lo más humanamente posible.