A menudo lo primero que quiere saber una persona cuando necesita una traducción profesional es cuánto le va a costar. Este aspecto es en realidad muy importante, pero no tanto una vez que comenzamos a profundizar en la naturaleza de la traducción.
En resumen, hay dos enfoques para entender el mercado de la traducción: el enfoque de la traducción como «producto» y el enfoque de la traducción como «servicio».
Aquellos que piensan que la traducción es un producto creen que existe la traducción perfecta o estándar de un texto y que, por lo tanto, el único elemento diferenciador es el precio. Como ocurre con las materias primas o con los productos de bajo valor añadido, que se pueden sustituir con facilidad, si un traductor o un proveedor de servicios lingüísticos (PSL) es más barato que otro, lo irán a buscar aquellos que vean la traducción como un “producto”.
En cambio, aquellos que piensan que la traducción es un servicio tendrán presentes otros factores además del precio. También tendrán en cuenta la calidad y la velocidad (o flexibilidad, al menos), y esperarán algo más que precios bajos.
Servicio, en el contexto de la traducción para empresas, significa:
- Entrega a tiempo. Pactar una fecha límite y ceñirse a ella. No hay nada más molesto que no recibir un documento, de la longitud que sea, en el plazo acordado.
- Disponer de un lingüista para cualquier consulta. Tener a disposición a un traductor al que poder llamar o enviar un correo es uno de los grandes valores añadidos en la industria de la traducción.
- Reaccionar con rapidez ante cualquier necesidad lingüística. Esto requiere profesionalidad y un nivel de experiencia que solo un buen traductor o PSL puede garantizar.
- Ser capaz de ofrecer servicios relacionados. La clave está en preguntar si el proveedor integra servicios como la maquetación dentro de su oferta.
Lo más importante en los servicios de traducción para empresas es la confianza. Como en cualquier relación entre empresas, una parte tiene que poder confiar plenamente en la otra. En el caso de que tenga usted que presentar y defender el resultado de la traducción ante su jefe o su cliente, es mejor asegurarse de que ha escogido un servicio profesional y de la mayor calidad posible, y no simplemente el más barato.